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martes, 12 de febrero de 2013

La lección magistral

En la educación, principalmente en la secundaria la comunicación en el aula suele centrarse en el discurso del docente, quien ocupa una gran parte del tiempo de la clase realizando una exposición continua. La participación de los estudiantes se centra en escuchar, tomar nota y posteriormente memorizar contenidos.

En los últimos años ha crecido la controversia con respecto a la validez de la clase magistral en la educación, la posición tradicional del docente empoderado del conocimiento mientras que en el otro extremo, el estudiante se muestra como un ente pasivo que tan solo recibe y memoriza este contenido. Para muchos docentes la clase magistral representa una reafirmación de su poder ante el grupo de estudiantes, pero su uso con este fin solo demuestra inseguridad. 


La clase magistral aplicada de la manera y en el momento correctos representa una útil herramienta educativa.
Como sabemos para niños, jóvenes e incluso para los adultos existe un período de tiempo en el cual podemos prestar atención a una persona que nos está hablando, después de transcurrido éste será poco o nada lo que logremos captar. Por lo que hacer ciertas variantes a nuestra clase mejorará la experiencia del alumno en la lección.


Lo primero que debemos hacer es cerrar la boca, una pequeña introducción al tema con la implemetación de distintos elementos a la clase (como objetos relacionados, imágenes, juegos) serán suficientes para atrear la atención del alumno en el tema que se aborda. Luego de esto es fundamental permitirles a ellos mismos indagar y construir su propio conocimiento.

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